Tiempo muy atrás hasta llegar a la edad media, en unas tierras francesas se hallaba un castillo muy grande en el que gobernaba el rey Cornelio Zarajeno con la ayuda de su consejero y primo Marceliu Zarajeno. Este a más de ser el consejero real era también el ejecutador del reino, el más temido de Francia, y puedo asegurar que le gustaba mucho su trabajo. Marceliu tenia un bosque a las afueras de las tierras, en el cual quien entraba no salía jamás. Todo lo que tenía que ver con el ejecutador era temido por la población y por cualquiera, ya que su fama la ganó por sus sádicas ejecuciones, incluso muchas veces gente desaparecía y aunque no se daba a conocer públicamente todos sabían que habían sido llevados a ese bosque y así ser ejecutados de la manera que nadie quería saber ni probar. El rey aprobaba todos los trabajos sucios de su primo, pues tanto uno como el otro tenían esa fama infernal.
Un dia el rey tuvo que marchar a una batalla junto a sus caballeros y en la lucha una de las flechas le alcanzó al corazón. Tres dias después lo llevaron al castillo muerto. El ejecutador dolido por la muerte de su rey y primo decidió que lo enterraría el mismo en el bosque de la muerte bajo el árbol donde solía relajarse el rey cuando visitaba el lugar. Semanas mas tarde el ejecutador fingió su propia muerte y se ocultó en el bosque el cual creó una maldición, y todo el que entrará no encontraría la salida jamás y terminaría ejecutado al estilo de las anteriores victimas del mas oscuro y temido ejecutador de la historia del reino. Marceliu se puso su clásico traje de ejecución, el cual consistía en una túnica junto a una capa y una capucha de cuyo color esta descrito como la ausencia de todos los colores, el negro. Ocultó su rostro tras su capucha, cogió una guadaña como su arma y se hizo llamar "La Muerte".
Dos años después todo se convirtió en una terrorífica leyenda, una historia para que los niños se quedaran cerca de sus viviendas, todo estaba olvidado y todo cambiado. El trono era ocupado por el rey Clodoveo junto a su esposa y sus tres hijos de 16,15 y 14 años de edad. Un día los tres hermanos iban cabalgando por los bosques, sin ellos saberlo se acercaban al bosque de La Muerte. Estos al verlo se dirigieron hacia el como una curiosidad, fue entonces cuando un viejo leñador que se alojaba cerca del lugar les hizo pararse antes de llegar.
- No os acerquéis al bosque de La Muerte ¡Hay una maldición sobre el!- dijo en tono alarmante.
- ¿Por qué se supone que tendríamos que hacerle caso? - Contestó el mayor en tono burlarte.
El anciano les contó toda la historia, ellos se tomaron tan dicha historia como un cuento para espantar a los niños. Contada la historia este se marchó.
-¿Por qué no vamos al bosque? Tengo curiosidad por saber como es.- propuso el mediano.
-No creo que sea buena idea- replicó el menor.
- Eh, pensadlo hermanos, este bosque nos nombrará los príncipes más valientes que hayan habido en este reino- dijo el hermano mayor.
Los tres hermanos se pusieron de acuerdo y fueron al bosque.
Una vez dentro de el presenciaron como todos los árboles se secaban a su paso y el cielo se nublaba, asustados decidieron dar la vuelta y salir del lugar, pero todo había cambiado, no encontraron la salida y el paisaje interior no tenía nada que ver con el que vieron al exterior. No se rindieron y caminaron por el buscando la salida, cuando la desesperación empezaba a dominarles encontraron bajo un árbol una lápida, estos se acercaron a ella y leyeron el contenido: " Cornelio Zarajeno".
- Yo se quién es.- dijo el pequeño - Me habló de el fraile de la corte. Es el que reinaba antiguamente en este reino, me contó que era temido por toda la corte y el pueblo.
Dicho esto La Muerte se dejó ver ante ellos y estos corrieron, llegó un momento en el que se les extravió el camino a cada uno de ellos, y estos fueron cada uno por un camino diferente, solo La Muerte conocía los caminos de su bosque y es que e incluso podía cambiarlos cuando a el le apetecía, era algo mágico e inexplicable tal como lo era la maldición del lugar y la siniestridad malvada de La Muerte. Este los raptó uno a uno empezando por el pequeño y con mucha facilidad lo encerró en una mazmorra subterránea, se lo tomaba con mucha calma, pues por mucho que corrieran los otros dos hermanos no irían a ninguna parte, siempre llegarían donde al ejecutador se le antojara. Prosiguió en busca del mediano el cual intentó defenderse con sus puños, pero o le dio resultado, Marceliu no tubo mas que atizarle un fuerte golpe en la cabeza con el mango de su guadaña, seguidamente lo llevo junto a su hermano. Finalmente fue a por el mayor y este desenvainó su espada dispuesto a luchar, fue aquí cuando la vida de este acabó y comprendió antes de que la guadaña de La Muerte se incrustara en su yugular que aquello no era un hombre, pues el mismo le atravesó con su espada y este se carcajeó antes de arrebatarle la vida. Cuando ya tuvo a los tres hermanos en el calabozo, -uno de ellos muerto- lo último que se escucho de ellos fueron unos desesperantes e increíbles gritos de dolor y horror. Nunca se ha podido saber que pasaba en esa mazmorra cuando Marceliu empleaba sus malvadas ejecuciones ya que quienes lo averiguaban era lo último que sentían.
Nunca se supo de los tres hermanos ni de ese bosque, las historias de La Muerte fueron evolucionando boca tras boca, incluso llego un momento en el que se hablaba de el como una metáfora para nombrar a la muerte, la imagen del último viaje del ser humano. ¿Pero que hay del bosque maldito? sea quien sea el curiosos despistado que ose entrar en ese lugar del que no se sabe donde se halla su existencia será lo último que verá.
FIN
Dos años después todo se convirtió en una terrorífica leyenda, una historia para que los niños se quedaran cerca de sus viviendas, todo estaba olvidado y todo cambiado. El trono era ocupado por el rey Clodoveo junto a su esposa y sus tres hijos de 16,15 y 14 años de edad. Un día los tres hermanos iban cabalgando por los bosques, sin ellos saberlo se acercaban al bosque de La Muerte. Estos al verlo se dirigieron hacia el como una curiosidad, fue entonces cuando un viejo leñador que se alojaba cerca del lugar les hizo pararse antes de llegar.
- No os acerquéis al bosque de La Muerte ¡Hay una maldición sobre el!- dijo en tono alarmante.
- ¿Por qué se supone que tendríamos que hacerle caso? - Contestó el mayor en tono burlarte.
El anciano les contó toda la historia, ellos se tomaron tan dicha historia como un cuento para espantar a los niños. Contada la historia este se marchó.
-¿Por qué no vamos al bosque? Tengo curiosidad por saber como es.- propuso el mediano.
-No creo que sea buena idea- replicó el menor.
- Eh, pensadlo hermanos, este bosque nos nombrará los príncipes más valientes que hayan habido en este reino- dijo el hermano mayor.
Los tres hermanos se pusieron de acuerdo y fueron al bosque.
Una vez dentro de el presenciaron como todos los árboles se secaban a su paso y el cielo se nublaba, asustados decidieron dar la vuelta y salir del lugar, pero todo había cambiado, no encontraron la salida y el paisaje interior no tenía nada que ver con el que vieron al exterior. No se rindieron y caminaron por el buscando la salida, cuando la desesperación empezaba a dominarles encontraron bajo un árbol una lápida, estos se acercaron a ella y leyeron el contenido: " Cornelio Zarajeno".
- Yo se quién es.- dijo el pequeño - Me habló de el fraile de la corte. Es el que reinaba antiguamente en este reino, me contó que era temido por toda la corte y el pueblo.
Dicho esto La Muerte se dejó ver ante ellos y estos corrieron, llegó un momento en el que se les extravió el camino a cada uno de ellos, y estos fueron cada uno por un camino diferente, solo La Muerte conocía los caminos de su bosque y es que e incluso podía cambiarlos cuando a el le apetecía, era algo mágico e inexplicable tal como lo era la maldición del lugar y la siniestridad malvada de La Muerte. Este los raptó uno a uno empezando por el pequeño y con mucha facilidad lo encerró en una mazmorra subterránea, se lo tomaba con mucha calma, pues por mucho que corrieran los otros dos hermanos no irían a ninguna parte, siempre llegarían donde al ejecutador se le antojara. Prosiguió en busca del mediano el cual intentó defenderse con sus puños, pero o le dio resultado, Marceliu no tubo mas que atizarle un fuerte golpe en la cabeza con el mango de su guadaña, seguidamente lo llevo junto a su hermano. Finalmente fue a por el mayor y este desenvainó su espada dispuesto a luchar, fue aquí cuando la vida de este acabó y comprendió antes de que la guadaña de La Muerte se incrustara en su yugular que aquello no era un hombre, pues el mismo le atravesó con su espada y este se carcajeó antes de arrebatarle la vida. Cuando ya tuvo a los tres hermanos en el calabozo, -uno de ellos muerto- lo último que se escucho de ellos fueron unos desesperantes e increíbles gritos de dolor y horror. Nunca se ha podido saber que pasaba en esa mazmorra cuando Marceliu empleaba sus malvadas ejecuciones ya que quienes lo averiguaban era lo último que sentían.
Nunca se supo de los tres hermanos ni de ese bosque, las historias de La Muerte fueron evolucionando boca tras boca, incluso llego un momento en el que se hablaba de el como una metáfora para nombrar a la muerte, la imagen del último viaje del ser humano. ¿Pero que hay del bosque maldito? sea quien sea el curiosos despistado que ose entrar en ese lugar del que no se sabe donde se halla su existencia será lo último que verá.
FIN
1 comentario:
Tio... M'encantaa, acollonan
l'amo en la musica i l'amo escrivint..
wno enorabona x naixo de la doscografika i espero la teba renobacio.
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